Investigador de la UAM colabora en un estudio contra la Covid-19 que monitoriza el contacto facial
El investigador Ramón y Cajal Javier Virués colabora en un proyecto que monitoriza el contacto facial, clave contra la Covid-29, mediante un brazalete
Un equipo liderado por el investigador Ramón y Cajal de la UAM Javier Virués, junto con la asociación ABA España y la compañía SlightlyRobot, colaboran en ‘SafeHands’, un proyecto pionero que ayudaría a medir la conducta de las personas ante el contacto facial, clave en la lucha contra la Covid-19 mediante el brazalete ‘Immotouch’.
Las medidas de protección fundamentales aconsejadas por el Gobierno ante la pandemia, lavarse las manos con agua y jabón y evitar tocarse la cara, nariz, ojos y boca, conllevan una cierta complicación, a pesar de lo sencillas que parecen ser. No llevarse las manos a la cara es más complicado de lo que parece y, por ello, la startup Slightly Robot (Seattle, EEUU) ha desarrollado un brazalete (Immotouch) que actúa como una alarma vibro-táctil que monitoriza la conducta de contacto facial y alerta al portador del movimiento que va a llevar a cabo con sus manos. A fin de evaluar este comportamiento, un equipo internacional liderado por el Dr. Javier Virués Ortega, investigador Ramón y Cajal de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la asociación ABA España y Slightly Robot colaboran en un proyecto pionero para evaluar la eficacia del brazalete. El estudio reclutará participantes de España, Estados Unidos y Reino Unido que recibirán el brazalete por correo y se prestarán a varias modalidades de uso enviando los datos diariamente al equipo investigador para su análisis.
“El brazalete se cree que ayudaría a eliminar la conducta al presentar una leve penalización (el estímulo vibro-táctil). Es de esperar que la mera presencia del brazalete llegue a tener un efecto disuasorio sobre la conducta de tocarse la cara una vez la persona se haya expuesto varias veces a la vibración”, explica Javier Virués. Además, considera que “es probable que el uso del brazalete deba limitarse a contextos de alto riesgo de contagio, como las visitas a supermercados o centros sanitarios. Además, la aparente ausencia de dominancia manual de la conducta de contacto facial probablemente requeriría de llevar el brazalete en ambas muñecas”, señala.
Más información en el artículo Uso de procedimientos ABA para reducir la conducta de contacto facial, por Javier Virués